La manera natural de expresar el enfado y la rabia consiste en responder de forma agresiva. Es la respuesta intuitiva ante la percepción de amenazas físicas o verbales. Sin embargo, responder agresivamente a cada situación de amenaza no es sano ni seguro .Por lo tanto, es importante enseñar a los niños, desde pequeños, formas saludables de controlar su ira.